sábado, 11 de febrero de 2012

Transparente y suave.



Porque las risas de ciertas personas sientan  mejor,
y a mí las suyas me suben a lo más alto.
Porque esas noches olvidadas son las inolvidables;
a ti te duele la garganta, a mí la mano, a ella la cabeza y tal vez tengamos algún que otro tacón de menos.
Porque así da gusto,
¿quién necesita más?
¿Qué más dará el resto?
Sólo son extras.


Y no soy rica, no puedo regalaros cosas bonitas,
pero pa' bonitas YA ESTAMOS NOSOTRAS.


Y si alguna vez les falto que no sea por no querer.
Y si alguna vez me faltan... despiértame de esta pesadilla.
Y así será, hasta que seamos viejas y se nos haya olvidado todo lo que nunca recordamos.



Así que acicaláos, pequeñas, es hora de olvidarnos otra vez.