lunes, 13 de abril de 2015

-

De ti aquí sólo queda el hueco.
Ahora floto en la inmensidad de una nada muy espesa esperando a encontrar relleno dulce y que fluya como el agua que no supimos ser.

No vuelvas.

miércoles, 25 de marzo de 2015

"Mira que soy tonta"

Estoy enteramente convencida de que esto pasará,
de momento sigo echa pedazos intentando recolocar los cachos que dejaste atrás.
Tal vez sea cuestión de volver a ahogar mi pena en otros labios, en otros callejones de amor barato.
Tal vez "el tiempo todo lo cura", pero también "el tiempo, todo locura" y creo que esa será la solución.

Seguramente deba vivir rápido y pensar despacio y poco, no recordar que te has ido para siempre y todo, absolutamente todo, lo que eso conlleva.

Quiero que sepas que cada día me siento mejor, que tu pérdida es olvido a largo plazo, pero que poco a poco lo voy consiguiendo. No quiero decirlo, pero te lo dije... También quiero que sepas que sé que no leerás esto, que he construido mi limbo aquí para "decirte" lo que ya no puedo.

Que sí, que mi cabeza aún ronronea un "Ojalá volvieras solo, sólo con todo lo bueno y nada más, y me quisieras poco más de lo que yo te amo a ti. Como nunca, para siempre, nosotros otra vez." Pero en fin, que por lo general esta pequeña entiende que se acabó, que a todo cerdo le llega su San Martín, y que a ti no te quedará mucho. El mío es este (no espero que lo entiendas).

Ahora me toca a mí de verdad, entera al 100%, mía y sólo mía, cada vez más grande y más humana, cada vez con más bolsas bajo los ojos de tanto viajar, de tanto vivir... Creo que amo la vida algo más que a ti. Suerte, ¿eh?

Hasta siempre, corazón azul.


miércoles, 11 de marzo de 2015

Dime ven y voy con todo.

Tengo tu recuerdo vidriándome la vista, tengo marcas de tu boca por toda mi cama, que se caen de mi cuerpo cada noche cuando despegan mis ganas.
Tengo miedo de que te vayas y luego vuelvas.
No vuelvas.
No te vayas.
Pero sobre todo no vuelvas nunca.

Ojalá te des cuenta de todo lo que hiciste, de todo lo que cayé y que ya sea tarde. Ya es tarde.
La verdadera despedida no se ve, y yo aquí te digo adiós.
No me volverás a hacer llorar porque me quieres.
No me volverás a mentir porque me amas.
Espero que no caigas en más pozos.


Yo salgo de aquí volando.





viernes, 13 de febrero de 2015

Te/me.

Quisiste serlo todo y te fuiste sin nada. Se ve que no llegas. Y es que duele porque no, no llegas...
Y yo te espero entre tanto tonto queriendo curar cosillas que me rompiste dentro y que, en su momento, me arreglaron. Te regalo lo que soy si me devuelves lo que fui. Sin rencores. Sin recibos. Que tus besos cuestan y cuentan que aún no me he ido, pero que estoy muy lejos. Que nunca llegué a estar. Que tengo miedo de perderme y que no vengas a encontrarme, pero eso ya lo sabes. Y no lo haces... Y como no dices las cosas de decir y haces las cosas de no hacer, supongo que se te olvidaron mis costillas, mis cosquillas, tu pelo entre mis dedos... Y claro, a mí me mueres.



miércoles, 24 de septiembre de 2014

Hace tarde de mañana regreso al futuro.

Hicimos cuentas y nos salimos impares. Estando juntos. Y ese fue nuestro problema.


Ahora quiero perderme en tu olvido.

martes, 18 de febrero de 2014

Me gustan las uñas largas y las faldas cortas.
Me gusta ser una leona.
Me gusta la calle, pero sola.
Me gusta gustarme toda entera y sin tapujos
y no me importa a quién no le guste, ni por qué.
Me gusta ser una leona enamorada, caminar descalza con pies de plomo por tu cóxis y arañarte sin querer al caminar tu cuello.
Me gusta luchar por lo que quiero y sorprenderme (ésto quizás es lo que más me gusta).
Pero aún me gusta mucho más lo que conlleva el esforzarse y mejorar. Es decir, que pocas cosas debe haber mejores que poder seguir diciendo que está conmigo y que no voy a soltarlo.

Sí, me gusta la calle y libar de las botellas, como aquella noche que anduvimos perdiéndonos a cada paso que dábamos y encontrándonos con las salidas más oscuras cerca de unos cuantos coches caros. Salíamos de ruta y daba igual, sobrepasábamos la intensidad umbral y me callabas, muy vicioso, el subidón. Me enamoré de ti el día que te vi tan cerca de las estrellas que quemabas. Ya no soy de hielo, ni tú has vuelto a bajar. Me gustabas aquí abajo, pero inmortal estás de vicio.

Y mira que yo me gusto, pero me gusta más mi yo contigo.



miércoles, 15 de enero de 2014

BM

No me canso de las flores. Pero sí de vivir entre los nudos y desenlaces de tu pelo. Tal vez si dejamos de ondear la melena al viento con tanta risa y tanta prisa se nos pasan la tontería y las ganas de estos ataques terroristas espontáneos. Vaya desastres montamos en un momento... Lo malo es quién se quedará a recoger todo el estropicio cuando la bala nos entre por un oído y no salga por ningún lado. ¿Quién irá a dónde cuando no tengamos ni puta gana de ver a nuestro asesino?

Y todo por recordar... esta mente sucia e impecable que no falla cuando quiere... Pero el pasado pasado queda, y paso de pasar los días recordando algo que fue y que ya no es. ¡Esto se llama evolución y se nos da de puta madre! Y sólo nos sirve quedarnos muy atrás para hacer el amor como monos, ¿no crees?

El terrorismo está muy bien para hacer volar las sábanas en pedazos, para hacer estallar mi bomba de alegría y que te salpique a ti, que para algo aprietas el detonador cuando te viene en gana. Está muy bien para atacar tu pecho y que convulsiones. Lo nuestro son los ataques terroristas en la horizontal, de los que de dolor entienden bien poco. Pero en vertical cambiamos las balas por lo reflejos en las ventanas y ya está todo hecho.

No me canso de tus bombas. No hay nada más bonito ni más idiota que elegir al asesino de una misma. Si muero debe ser en un atentado tuyo, que lleve tu firma y tus putos ojos verdes. Esos putos ojos verdes... lo siento por ti, pero ya son bastante míos, así que te quedas contento, conmigo y con mi detonador.