viernes, 16 de marzo de 2012

Me he recorrido tantas veces tu cuerpo que me sobran coordenadas.

Empezaba por el principio,
con esos labios tiernos que me volvían loca.
Recuerdo recorrer todo tu brazo o espalda sin poder llegar hasta el final,
"que cosquillas tan agradables el tenerte aquí a mi lado".
Seguimos;
sendero de la esperanza, de lo interminable, de lo perfecto,
una simbiosis, de tú más yo, de ecuación super simple, de una sola incógnica: ¿dónde dejo la ropa?
Y una vez realizados los calentamientos previos al ejercicio

ya todo vale,
ahora arde Troya.


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