lunes, 29 de julio de 2013

9 mañanas. Todas muy presentes.

Siempre pensé que tocarte sería lo más parecido a coger una nube.
Supongo que me equivocaba.
No quiero escribir nada triste ni pesimista que tenga que ver con nuestra relación ni con lo que siento yo hacia ti, pero creo que no me queda más remedio.
Estabas ahí, en las alturas, esperándome y sonriéndome, dándome esperanzas y haciendo que luchara por conseguir algo que creía tan improbable que, justo por eso, deseaba con todas mi fuerzas.
(Rozamiento) Rozar tu mano o tocar tu pelo, daba igual, cualquier cosa con tal de entrar en contacto contigo. Siempre tan lejano, tan ajeno y tan atractivo. (Normal) Una vez se hizo hábito tenerte tan cerca que podría decirse que habíamos pegado tu piel a la mía se hizo (Peso) un poco pesado. ¡No era esto lo que yo imaginaba cuando pensaba en nosotros! No sé si es mejor o peor, pero es completamente distinto. Supongo que soñar duele menos si despierto a tu lado, pero sigue siendo un buen golpe darte cuenta de que tu mente te la ha jugado.
Tenía ciertas expectativas con respecto a todo esto y no se han cumplido. Pero como es culpa mía a ti no te pasará nada. Esto es entre mi mente y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario