martes, 6 de julio de 2010

Justo ahora.


Ahora, en la cima del olvido, ya divisando la meta, caigo, vuelvo a caer, llena de heridas y cicatrices me hago otra más, sin haberlo pedido. Vuelvo a oír ese canto, vuelvo a notar esas cosquillas. Y no contentos nosotros, con volver a desear no tener que trepar de nuevo la montaña, se lo decimos al otro, ¿qué culpa tendrá el otro, para condenarlo a oír eso?
Y ahora las dudas. ¿Y si no me apetece trepar? Es demasiado agotador. ¿Y si estuviéramos bien los dos aquí abajo? ¿Y si... simplemente...estuviéramos bien tú y yo... donde fuera...?
Terrible conclusión en la que ahora intento no pensar: Jamás podré olvidarme de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario