Odio la vocecilla de mi subconsciente que me recuerda las 24 horas del día que te echo de menos.
Odio ver tu camisa bien doblada dentro de mi cajón y que huela a ti.
Odio sentir cómo ya no me necesitas, cómo sales sin mí.
Odio recordar las tardes que pasamos mientras empezaba a gustarte e, inocente de mí, casi no te hacía caso.
Odio oír cómo les dedicas tus palabras a otras, cómo las miras y las tocas.
Odio tener que decir que lo nuestro es pasado, que no hay futuro que pintar.
Odio fingir que me da igual todo lo que a ti respecte.
Y sobre todo odio quererte así, justo ahora.
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